Vamos a ser claros, si usted encuentra una empresa que en un solo viaje le muestre las 2 fronteras, las 2 costas, los 20 ríos más importantes del país, las 7 provincias, unas 9 zonas de vida, cerca de 12 volcanes, más de 30 cultivos distintos, el paso por 54 cantones, cerca de 200 distritos y como si fuera poco casi 22 parques nacionales, entonces es mejor que badone esta página. De lo contrario llegó al unico sitio en donde eso ocurre.
La vuelta a Costa Rica no es solo un viaje geográfico; es una travesía por la identidad de un país que, en sus 51.100 km², alberga fronteras que conectan, costas que encantan, ríos que nutren, volcanes que vigilan, zonas de vida que sorprenden, cultivos que sostienen, cantones y distritos que laten con cultura, y parques nacionales que salvaguardan la esperanza de las futuras generaciones. Asi capacitamos a nuestros guías y ahora este viaje se abre al publico dos veces al año. Tenemos más de 50 viajes de experienia ejecutados desde 2001.
Emprender la vuelta a Costa Rica es adentrarse en un país pequeño en territorio, pero enorme en diversidad. El recorrido iincluye viistas a la frontera norte con Nicaragua, en Tablillas, y se extiende hasta la frontera sur con Panamá, en Sixaola. En el trayecto se abrazan las dos costas: el Pacífico, con sus atardeceres dorados y playas legendarias como las de Guanacaste y Puntarenas, y el Caribe, con el ritmo afrodescendiente de Limón y la vitalidad de Puerto Viejo y Cahuita.
El itinerario atraviesa las siete provincias: San José, Alajuela, Heredia, Cartago, Guanacaste, Puntarenas y Limón. Cada una aporta un matiz distinto a la identidad costarricense. En ellas se pasa por cerca de 54 cantones y unos 200 distritos que, al ser recorridos, revelan una mezcla de tradición agrícola, modernidad urbana y paisajes naturales inigualables.
La geografía del país está marcada por sus ríos, verdaderas venas de vida. Durante la vuelta, se cruzan algunos de los 20 ríos más importantes: el Reventazón, el Sarapiquí, el Tempisque, el Grande de Tárcoles, el Savegre, el Pacuare, el San Juan, el Colorado, el Térraba, el Parismina, entre otros. Cada río cuenta con su historia: el Reventazón como fuente hidroeléctrica, el Pacuare como escenario para el turismo de aventura y el Térraba como base de las comunidades indígenas borucas.
Costa Rica es también un país volcánico. En el trayecto se observan al menos 12 volcanes, de los cuales destacan los activos: Arenal, Turrialba y Rincón de la Vieja. A estos se suman el Barva, Miravalles, Orosi, Tenorio, Cerro Chato, Platanar, Achiote y otros conos menores. Las fumarolas y coladas históricas son testimonio de que la tierra aquí nunca deja de respirar.
El país ha sido clasificado en varias zonas de vida según Holdridge, lo que explica su exuberante biodiversidad. En el viaje se pueden distinguir al menos nueve: el bosque muy húmedo premontano (en el Macizo da la Muerte), el bosque pluvial montano bajo (en Talamanca), el bosque seco tropical (en Guanacaste), el bosque húmedo tropical (en Sarapiquí), el páramo (en el Cerro de la Muerte), el bosque muy húmedo tropical (en la zona del Caribe), el bosque húmedo premontano (en Cartago y Orosi), el bosque seco premontano (en Cañas), y el bosque pluvial montano (en Chirripó). Cada zona revela especies únicas de flora y fauna.
La agricultura acompaña el recorrido como parte de la identidad nacional. En la campiña se aprecian más de 30 cultivos distintos; entre ellos, destacan al menos quince: café, banano, piña, caña de azúcar, arroz, frijoles, maíz, cacao, cítricos, papa, yuca, plátano, palma aceitera, aguacate y melón. Estos productos han sostenido la economía costarricense y nutren el paisaje con plantaciones que se mezclan con bosques y montañas.
El viaje no estaría completo sin adentrarse en los parques nacionales, joyas del Sistema Nacional de Áreas de Conservación. Se visitan casi 22 áreas protegidas, entre ellas: Santa Rosa, Guanacaste, Rincón de la Vieja, Barra Honda, Palo Verde, Volcán Tenorio, Volcán Miravalles, Arenal, Braulio Carrillo, Tapantí–Macizo de la Muerte, Volcán Turrialba, Chirripó, Carara, Manuel Antonio, Marino Ballena, Corcovado, Piedras Blancas, Isla del Caño, Cahuita, Tortuguero, Barbilla y La Amistad. Cada parque protege ecosistemas únicos: desde arrecifes caribeños hasta bosques nubosos y selvas lluviosas en el Pacífico sur.
A lo largo de este periplo se experimenta la esencia costarricense: un pueblo que se levanta entre montañas, volcanes, ríos y costas, que protege con celo sus recursos naturales y que ha sabido integrar agricultura, turismo y conservación en un mismo modelo de desarrollo.
Copyright © 2025 ICETURViajes - Todos los derechos reservados.
Usamos cookies para analizar el tráfico del sitio web y optimizar tu experiencia en el sitio. Al aceptar nuestro uso de cookies, tus datos se agruparán con los datos de todos los demás usuarios.